- Una estructura de pared puede considerarse «patológicamente húmeda» cuando su contenido de agua es superior al 3% en peso sobre los materiales que la componen.
- Cuando la pared no puede deshacerse del agua presente en sus materiales constituyentes por sí sola y en una cantidad adecuada.
- Cuando hay cantidades significativas de sales en solución, de diferente origen y naturaleza.
- Cuando las condiciones ambientales adversas están presentes o son recurrentes (por ejemplo, alternancias de ciclos de «congelación-descongelación», capaces de causar alteraciones secundarias en los estados de equilibrio).